domingo, 5 de septiembre de 2010

teoria para Eliminar los Martes y Jueves

Llevaba cuatro horas haciendo el vago sentado en el sofá desde que había llegado a casa. La verdad es que odio los martes, al igual que los jueves. Son días muy tontos. Están ahí, entre el principio, el centro y el principio del fin de semana ¿Y para qué están? Para joder al personal.



Porque los lunes es el inicio, el miércoles la mitad, el viernes el último día de trabajo antes del descanso y el sábado y el domingo, los días de descanso.



Sin embargo, los martes y los jueves, ¿para qué están ahí? ¿Qué son? ¿El intermedio?



Pues no, porque en los intermedios no se hace absolutamente nada y, sin embargo, en los jueves y los martes había que trabajar. Además, tenemos ahí al martes, con su martes 13, día de mala suerte.



Claro, que también está el viernes 13; pero eso no cuenta, porque es viernes y es el día en el que se piensa: “Por fin llega el fin de semana” o algo así.



Y el jueves, como he dicho antes, está ahí por joder. El jueves es el día en que uno se come las uñas esperando que llegue la una de la mañana del viernes para que sea viernes.



Si fuese Dios modificaría la semana y quedaría así: lunes, miércoles, viernes, sábado y domingo.



Así todo sería justo, porque el viernes, en realidad, está partido en dos mitades: la mitad del trabajo y la mitad del inicio del fin de semana.



Entonces, trabajaríamos dos días y medio y descansaríamos lo justo, es decir, otros dos días y medio.

No como ahora, que trabajamos cuatro y medio y descansamos dos y medio. No es igual, y el descanso es igual de importante que el trabajo.



Por lo que, si la semana fuese así, la gente sería más feliz porque descansaría y trabajaría lo mismo y no estarían esos odiosos jueves y martes incordiando.



Una vez le expliqué esto a una señora de la que me hice amigo en el autobús porque el autobús dio un frenazo y la señora se me calló encima y casi me tira.



Luego, no sé bien por qué, nos pusimos a hablar y llegamos a ese tema; y cuando se lo expliqué a la señora me dijo que tenía mucha razón.



También se lo expliqué a la psicóloga del colegio una vez que me metí en una pelea y me llevaron a verla porque yo nunca me metía en peleas y era extraño en mí y no sé qué más.



Y también llegamos a ese tema y se lo expliqué. Claro, que ella lo que me dijo es que era un vago.



La teoría de quitar martes y jueves la pensé hace mucho tiempo y, aunque sé que es imposible, me gusta imaginar un mundo sin esos jodidos días en medio.



La gente estaría menos estresada, más feliz, más descansada, se llevaría mejor con todo el mundo al tener menos estrés, si fueran padres podrían ver más a sus hijos y no pagarían su estrés con ellos, etc.



Claro que, en el fondo, son ideas disparatadas de niño pequeño; y nadie las escucharía.



Como con las guerras. ¿Cuál es la solución para la paz en el mundo? Que las guerras se acaben, pero si le dices eso a un presidente, te diría que es una idea infantil.



Pero las ideas infantiles son las más simples y mejores, y no esos líos que se montan los gobiernos de diversos países y la ONU y todos esos.



A veces me da por pensar que estoy pasando de ser niño a ser adulto y que dentro de unos años todas estas ideas las veré infantiles, porque seré un adulto.



Y es que los adultos son demasiado serios, y los que no lo son, son llamados infantiles o inmaduros.



Y ahora, a pesar de que no soy adulto, no puedo jugar al escondite, ni al pilla-pilla, ni al balón prisionero; porque me llamarían inmaduro.



Y echo de menos poder elegir las cosas al pinto, pinto, gorgorito; y es que, en el fondo, todos somos un poco Peter Pan y no queremos crecer, a pesar que de niños queremos ser mayores

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